sábado, 14 de marzo de 2015

Las obras de Mario


Hacia mucho tiempo que no leía al “maestro” y me parece tan alejado  esos primeros años de mi adolescencia Wanka cuando luego de las románticas poesías de Becquer llego a mis manos “La ciudad y los perros” no recuerdo si me lo regalaron o lo tome de entre los libros de mis hermanos mayores pero de esa manera  me iniciaba en las novelas largas, algo desconcertado quizás pues no entendía la forma de escribir de MVLL lo de intercalar los capítulos contando dos historias a la vez (hasta ese dia para mi todas las historias eran lineales) que con el tiempo supe valorar y disfrutar, al terminar emocionado fui corriendo a contárselo a mi hermano mayor -quien ya no me considera su hermano-  y como buen lector que era me contó mas de la vida de Mario e imagino que por la cara que tenia  me presto “La casa verde”, “Conversación en la catedral” “Los cachorros” de aquel idilio inicial me recuerdo en las noches leyendo cada vez mas y durmiendo menos  preguntándome mas por haberlo leído varias veces que por entender a cabalidad la frase “en que momento se jodió el Perú”. Luego  vino mi época de enamoramiento y mis lecturas se volcaron a las poesías de Gutierres Najera o Pablo Neruda creando vergonzosamente mi primeros poemas  sin imaginar que unos años mas tarde al llegar a Cochabamba  ya adicto al olor de las hojas amarillas las obras de Mario se cruzarían otra vez en mi camino “Travesuras de la niña mala” “El paraíso esta en la otra esquina” como olvidar esos días en la plazuela colon o sucre intercalando mis lecturas de fisiología con las ciudades que visitaba la niña mala o el descubrimiento de Flora Tristan la gran feminista franco peruana o las pinturas de Gaudin a la par de leer mis apuntes de bacteriología, también por aquella época  leí un maravilloso texto que Edmundo Paz Soldan (otros de mis autores favoritos) hizo en homenaje a Mario considerándolo su maestro y el motivo que fuera escritor, el texto me gusto tanto que aburrí a mi novia de aquellos años leyendoselo una y otra vez aquel texto, cosa que nunca paso conmigo por el contraria cada vez me maravillaba mas  con Mario”Lituma en los andes” “Cartas a un novelista” “Los Jefes”  pero la cúspide de esa maravilla y el respeto total  a su intelecto fue a no dudarlo cuando a la vuelta de recoger una carta en los libreros de piso  alrededor del correo central de la Llajta conseguí “Historia de una decidió” se me acabaron los halagos para tan maravillosa pluma si bien la vida y obras de GGM las conocía “aparentemente” bien por la bellizima colección de la Editorial Norma que adquirí,  recién con ese libro comprendí lo del mundo mágico y maravilloso del Bom Latinoamericano, aprendí de las técnicas narrativas que empleaba Gabo y de la relación de su vida (niñez, juventud) con su obra, creo que no existe ensayo mas completo y tan exquisitamente documentado del gran escritor colombiano como el que le hizo su ex compañero de letras y ex amigo Mario.



El tiempo paso y por una oferta unica de 20 pesos en la feria de Tristan Narvaja (Montevideo) conseguí “La fiesta del chivo” que me inicio sin quererlo en la historia de los dictadores de centro américa y de los abusos que se puede llegar a cometer cuando existe intoxicación de poder, de los años oscuros  que tuvo que vivir aquella región que luego con las lecturas de Kapuchisqui supe fueron tan o mas desgarradoras como lo cuenta Mario, también por esos días al empezar a ir al Instituto de cáncer anhelando aprender endoscopia, en una completísima librería de ofertas,  la cual tenia que cruzar para llegar a la puerta principal conseguí  “La tía Julia y el escribidor” reí como loco imaginando las escenas calenturientas del escribidor y quede tan encandilado que me puse a buscar y conseguir “Lo que varguitas no dijo” para conocer la otra version de la historia y descubrir que Julia Urquidi  ademas de ser una gran mujer había echo algunos viajas a esta hermosa ciudad oriental. Estaba en esas cuando el 2010 inesperadamente a MVLL le dieron el merecido premio nobel, me entera en el noticiero del medio día y creo que  tuve el almuerzo mas emocionado de mi vida, toda la tarde me la pase rememorando cada historia, cada personaje, cada ciudad de las obras que había leído estaba tan feliz que con Giovani  (mi adoptivo abuelo italiano) nos tomamos un vino,  quizás esa alegría era porque Mario era mi compatriota y amaba las letras tanto o mas que yo o quizás era porque como todo peruano o boliviano sentíamos que una pizca de ese nobel nos pertenecía (Mario aprendió a leer en Cochabamba como lo agradeció en su discurso de entrega del premio y donde también dijo que el Perú es el).



De vuelta en el Perú en Huancavelica las simpáticas enfermeras de mi hospital tuvieron la gentiliza de regalarme “El sueño del celta”  que si bien es cierto que de todas las obras que leí de MVLL fue una de las que menos me gusto por lo predecible del desenlace, me tuvo algunos días soñando con la cálida selva peruana,  el misterioso  continente africano o la mítica resistencia escosesa y aunque tenia mucha ficción la novela giraba en torno a un personaje real que existió y no podía dejar de sentirme mal por el abuso que sufrió y haber sido un incomprendido de su época. Trabajando paso un año y por un Fellow que gane enrumbe a México DF donde si bien es cierto no leí nada de Mario leí mucho a uno de sus autores favoritos de juventud Sartre y como estos dos grandes  me hice mas liberal de lo que era. Otra vez de vuelta a inicios de este 2015 estando en Lima tuve una cita frustrada, por mi recurrente retraso a cualquier cita con hermosas féminas sin embargo ayudado esta vez por la reorganización del trasporte publico de la capital no pude llegar a la Av. Arequipa y quede atorado y cancelado vía celular en el cruce de la Av. Tacna y Quilca la cosa hubiera sido peor pero gracias a Dios como siempre pasa en mi vida literaria quede frente a una gran librería de segunda mano con muchos títulos y poquísima gente y como para confirmar mi destino literario con toda la tarde a mi dispocision pude oler, respirar, fisgonear literatura toda como en mis nostálgicos años adolescentes  cuando mi hermano me inicio con las obras de Mario y aunque compre algunos libros el primero que empece y hoy termine de leer fue “El pez en el agua” donde de una manera honesta aveces desgarradora aveces divertida conocí al niño, al adolescente y universitario  MVLL y también al político utópico al que soñó ser presidente para cambiar un pais sumido en la total pobreza , el terror y la repugnante guerra sucia que tuvo que soportar de una clase política corrupta e indeseable



Me faltan muchos títulos aun como los ensayos sobre Flaubert y Onetti  o la deliciosa Pantaleon y las visitadoras que leí en partes en mis épocas de la Richi, o sus obras de teatro pero estoy seguro “como siempre pasa” con las obras de Mario tendremos nuestro encuentro feliz y tiempo necesario para seguir leyendo gozosamente, soñando eternamente y escribiendo halagos y mas halagos al maestro…. 


Huancavelica 09 de febrero del 2015

Luis Guerra Montero

No hay comentarios: