Yo amo las cronicas, las narraciones, leerlas en cama mientras se desnudan sin espejos ni artilugios, la sensacion gozosa de llegar al climax con un buen texto -q aveces no es de una mujer-, la palabra exacta susurrada al oido, la frase caliente que denota sudor y pasion, su gemido ocasional con palabras soezes que encandilan la relacion, su silueta sin importar que sean 90,60,90 o mil palabras, su silencio complice mientras paso del encabezado al cuerpo, la entrepierna y al pie de pagina.
Odio el final que sean las 8 de la mañana e irme a trabajar, esperando ansioso la solitaria madrugada para tenerlas otra vez, con la cama y el cafe cargado, sin saber si las que vendran seran tan guapas y calientes como las que termine. De leer.
Luis Guerra Montero
Montevideo 07 de mayo del 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
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